Por cuestiones personales, últimamente, estoy retomando el contacto con familiares a los que hacía mucho que no veía y estaba el otro día en una comida familiar cuando uno de mis primos, que por supuesto desconocía mi obra, además de ignorar muchos aspectos o, prácticamente todos, sobre arte y arquitectura, en un alarde de querer hacerse el interesante cual periodista especializado, probablemente pensando que huiría de la respuesta, va y me pregunta ¿y tú, que eres arquitecta y se supone que eres artista, puedes explicarme de qué va el arte? casi mi da un ataque de risa, aunque disimulé, claro, pero es que es mi tema fetiche, porque llevo muchos años dedicada a comprender de qué va el arte. Mi curiosidad sobre este tema es tan grande que creo que me he leído las opiniones más relevantes, he estudiado la historia del arte, a los artistas más destacados, he investigado sobre el por qué de la creación artística, de la inspiración,… he creado arte, mi propio arte, con un estilo que me caracteriza, en definitiva, después de tanta búsqueda mi respuesta a la pregunta de qué va el arte es muy clara, y así se lo dije a mi primo:
- Personalmente pienso que el arte va de transmitir, porque siento que el arte es, ante todo, y por encima de técnicas, pinturas, pinceles y problemas plásticos, un medio de comunicación entre personas. Haz la prueba… ponte frente a una obra de arte e intenta vaciar tu mente, sal de ti mismo e intenta ver lo que el artista es, lo que el artista ve de este universo. Si la obra de arte te transmite un sentimiento, una emoción,… estás frente a una verdadera obra de arte. Porque un artista no pinta solo lo que ve, lo que tiene delante, también lo que tiene en su interior, lo que siente,… un verdadero artista dibuja conexiones, ata los hilos invisibles entre las cosas y sus obras siempre nos dejan entrever un poco de su espíritu. En resumen, el arte, imprescindiblemente, debe transmitir, al tiempo que debe tener algo de místico, espiritual, trascendental,… debe ser objetivo, material, terrenal,… y a la vez universal y dinámico. Se quedó todo el mundo callado, no sé que debían estar pensando, pero una de dos, o no entendieron nada o les hice pensar sobre el tema. Deseo que sea lo segundo, pues si con mis palabras consigo despertar curiosidad sobre el Arte, que es mi vida, mi pasión, y lo que más amo de este mundo, objetivo conseguido.
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Hace unos días que estoy en “obras”. He reformado una casa familiar a la que amo, una casita de pueblo que me trae muy buenos recuerdos. He pintado paredes, techos, vigas de madera, he restaurado y barnizado muebles, he instalado lámparas, colgado cuadros, cortinas, seleccionado objetos decorativos míos, de mis antepasados, de personas importantes en mi vida,... y debo decir que la casa ha quedado realmente hermosa, a la vez que sencilla, racional, práctica,... como a mí me gustan las cosas. Ahora, que doy por finalizada la reforma y la decoración de mi adorada casa, ya puedo dedicarme a mis proyectos, a ordenar, a organizar otra vez mi vida.
“Vuelvo de nuevo en mí para sentir el enigma de los enigmas, y eso que llamamos el Ser.” Walt Whitman Pero cual ha sido mi sorpresa cuando lo que yo creía que habían sido unos pocos días ha sido en realidad ¡un mes y medio! Me he quedado estupefacta. No paro de preguntarme ¿cómo he podido perder la noción del tiempo? Es como si éste hubiera quedado suspendido, se hubiera detenido, como si pasado, presente y futuro se hubieran entrelazado y mi yo, o mi conciencia, o mi alma, se hubiesen trasladado a otro lugar, a otro espacio, sin tiempo. “Por más lejos que mires... existe un espacio sin límites más allá, por más que cuentes... existe un tiempo sin límites antes y después.” Walt Whitman Reflexionando sobre el concepto tiempo suspendido llego a la conclusión que esta sensación de estar en otro lugar donde no existe el tiempo me ha ocurrido en otras ocasiones. Me ocurre cuando estoy en un espacio que me permite captar una atmósfera que me conmueve, o cuando estoy creando, dibujando, pintando, diseñando,… o disfrutando de una obra artística, ya sea una pintura, una poesía, una obra de teatro, una obra de arquitectura,… “La atmósfera no es un perfume... no tiene el sabor de la destilación... es inodora, está hecha desde siempre para mi boca… estoy enamorado de ella, me iré a la orilla del bosque, me quitaré el disfraz y quedaré desnudo, me enloquece el deseo de estar en contacto con ella.” Walt Whitman El arte, considerado por muchas personas como algo inútil, es para mi la forma de comunicación más espiritual que existe, en la que un ser humano experimenta los sentimientos o las emociones que le comunica otro ser humano a través de una realización creativa y artística. Yo no podría vivir sin crear, dibujar o pintar, son actos esenciales en mi vida, así como hay personas que necesitan escribir y otras componer canciones.
Y, si nos disponemos a analizar, para qué sirve el arte, considerado por muchos como una inutilidad y un sin sentido, me gustaría hacer un homenaje a Nuccio Ordine, el extraordinario profesor, sabio y escritor que trascendió el 10 de junio del 2023, el cual en su maravilloso ensayo La utilidad de lo inútil, anota las reflexiones sobre la utilidad del arte que hicieron seres tan impresionantes como Lorca, Ionesco, Leopardi, Montaigne, Platón, Aristóteles, Kant, Ovidio, Heidegger, Dante, Petrarca, Italo Calvino y Foster Wallace, entre otros. García Lorca. Es imprudente vivir sin la locura de la poesía Las palabras pronunciadas por Federico García Lorca el año 1934 a los estudiantes de la Universidad de Madrid en la presentación de unos poemas de Pablo Neruda hacen que vibren las cuerdas de nuestro corazón. Lorca nos invita a nutrir con la literatura ese grano de locura que todos llevamos dentro, sin el cual sería en verdad imprudente vivir: “Yo os aconsejo oír con atención a este gran poeta y tratar de conmoveros con él cada uno a su manera. La poesía requiere una larga iniciación como cualquier deporte, pero hay en la verdadera poesía, un perfume, un acento, un rasgo luminoso que todas las criaturas pueden percibir. Y ojalá os sirva para nutrir ese grano de locura que todos llevamos dentro, que muchos matan para colocarse el odioso monóculo de la pedantería libresca y sin el cual es imprudente vivir”. Eugène Ionesco. Lo útil es un peso inútil En una conferencia de 1961 dictada en presencia de otros escritores, Eugène Ionesco reafirma hasta qué punto necesitamos la insustituible inutilidad, frente a esta humanidad extraviada que ha perdido el sentido de la vida: “El hombre moderno, que ya no tiene tiempo para detenerse en las cosas inútiles, está condenado a convertirse en una máquina sin alma. Prisionero de la necesidad, ya no está en condiciones de entender que lo útil puede transformarse en un peso inútil, agobiante y que si no se comprende la utilidad de lo inútil, la inutilidad de lo útil, no se comprende el arte. Así, el hombre que no comprende el arte se vuelve un esclavo o un robot, se transforma en un ser sufriente, incapaz de reir y gozar. Y, al mismo tiempo, puede ser presa fácil de un fanatismo delirante (pensemos, en las últimas décadas, en los fanatismos religiosos) o de cualquier rabia colectiva, que constituyen las amenazas que pesan sobre la humanidad que no tiene tiempo de reflexionar, de recuperar su serenidad o su lucidez...” Okakura Kakuzo. La inutilidad y la esencia de la vida Ya en 1906, en su Libro del Té, el japonés Okakura Kakuzo en su capítulo dedicado a las flores, nos hace reflexionar sobre el descubrimiento de lo inútil, el salto de la bestía a lo humano y supone que la poesía amorosa nace en el mismo momento en el que nació el amor por las flores: "Al ofrecer a su amada la primera guirnalda, el hombre primitivo se eleva sobre la bestia; saltando sobre las necesidades burdas de la naturaleza, se hace humano; percibiendo la sutil utilidad de lo inútil, entre en el reino del arte”. De esta forma, con un gesto tan simple la humanidad se vuelve más humana. Porque al final, si nos paramos a analizar qué es lo que más importa de los objetos que nos rodean, qué es lo verdaderamente útil, nos daremos cuenta que es todo aquello que nos transmite una emoción, que alimenta nuestro espíritu, que nos engrandece el alma,... Una de las máximas dificultades en el arte consiste en expresar el vacío, ya que el vacío es un concepto abstracto que puede tener diferentes interpretaciones en función del contexto cultural y filosófico. Son las filosofías orientales las que interpretan con excelencia el concepto de vacío:
Chantal Maillard en La sabiduría como estética nos descubre como el arte oriental expresa el vacío: “La vacuidad mental, que constituye una de las metas intermedias del camino budista, no es más que uno de los requisitos preliminares para el fin que pretende alcanzar el taoista: captar la ley del Tao significa comprender la armonía entre los opuestos, sus oscilaciones y la acción del vacío en lo que aparece y se percibe como opaco, lleno. Es cuestión, ante todo, por tanto de equilibrio, y esto es lo que el artista tratará de plasmar. El Tao tiene multitud de espíritus y desciende en las cosas como descienden los ríos por las colinas. Las venas del dragón recorren el universo. El Tao, dice Pu Yen-t´u (dinastia Tsing: ref. Cheng, F. 1991, 86) es un dragón en el cielo; un dragón que siempre se oculta tras las nubes o en la niebla pues, si se mostrase en su desnudez, carecería de misterio. Su infinito poder de fascinación reside en ese doble aspecto visible-invisible. Por ello, sigue diciendo Pu Yen-t´u, el paisaje debe combinar siempre lo visible con lo invisible. Los trazos inacabados, los espacios en blanco o la manera de “decir sin decir” permiten que la imaginación del receptor complete lo indicado. Lo fragmentario apunta a la totalidad mucho mejor que la obra terminada porque, sobre lo definitivo y completo, la mirada, teniéndolo que asumir, resbala, mientras que lo inacabado la arrebata, invitándola a seguir el movimiento indicado hasta acabarlo. El juego, por tanto, es doblemente creativo: el artista inicia el trabajo sugiriendo, y cada receptor lo completa interiormente. En esto consiste el gran valor de la abstracción en sus distintos grados, cosa que supieron entender muy bien los representantes del arte abstracto.” En definitiva, el vacío no debemos considerarlo carencia o inexistencia de algo, sino, al contrario, plenitud. Cuando conseguimos que las cosas estén a la vez presentes y ausentes, mantenemos el aliento vivo y el misterio intacto. No debemos temer lo inacabado, sinó más bien lamentar lo demasiado acabado. Hay que dejar volar la imaginación del espectador, incitarle a pensar. En Arte, la sugestión es la clave para expresar el principio del vacío. En el momento en que se sabe que una cosa está acabada, el espectador ya no puede cuestionarse nada. Se expresa el vacío en una obra de arte cuando el espectador tiene la necesidad de acabarla en su mente. Como dice Okakura Kakuzo en “El libro del te”: “No diciéndolo todo el artista, deja al espectador la ocasión de integrar su idea y es así como una obra maestra verdaderamente grande cautiva irresistiblemente nuestra atención hasta el punto de que creemos formar parte de ella. Descubrimos allí una cavidad, en la que podemos insertarnos y llenarla con la medida toda de nuestra emoción artística” Siempre he pensado que la intuición es el factor más importante en cualquier obra de arte sincera. Creo que los verdaderos artistas tienen un sentido del límite que les permite decidir tal o cual aspecto, para transformar su trabajo en una obra sensible y personal. El tacto artístico como nos describe Kandinsky en su ensayo De lo espiritual en el arte es una cualidad intuitiva del artista que debe potenciar:
"En el arte la teoría nunca va por delante y arrastra tras de sí a la praxis, sino que sucede lo contrario. En el arte todo es cuestión de intuición, especialmente, en los comienzos. Lo artísticamente verdadero solo se alcanza por la intuición, especialmente al iniciarse un camino. Aun cuando la construcción general se puede lograr mediante la teoría pura, el elemento que constituye la verdadera esencia de la creación nunca se crea ni se encuentra a través de la teoría; es la intuición quien da vida a la creación. El arte actúa sobre la sensibilidad y, por lo tanto, sólo puede actuar a través de la sensibilidad. El cálculo matemático y la especulación deductiva, aunque se basen en medidas seguras y pesos exactos, nunca producirán resultados artísticos. No se pueden formular matemáticamente esas medidas, ni se encuentran esos pesos. Las medidas y las balanzas no están fuera sino dentro del artista y constituyen lo que podríamos llamar su sentido del límite, su tacto artístico -cualidades con las que el artista nace y que se potencian hasta la revelación genial gracias al entusiasmo-". Según Abraham Maslow, la comunicación entre el individuo y el mundo depende en gran medida de su isomorfismo (similaridad de estructura o forma). Es decir, que el mundo sólo puede comunicar a una persona lo que la mente de esa persona es capaz de captar en el nivel al que está. Una mente "elevada" puede captar un significado "elevado", que es lo mismo que vino a decir Emerson con su: "Tal como somos así vemos".
Pero, curiosamente, en esta relación entre el individuo y el mundo también se produce un isomorfismo recíproco, es decir, que lo que vemos es lo que nos hace como somos. Las personas tienen con el mundo una relación dinámica en la que se elevan o rebajan mutuamente, por lo que, tal como hemos dicho en el apartado anterior, cuando hablábamos de isomorfismo, personas de nivel alto podrán entender un conocimiento de nivel más alto, pero al mismo tiempo, también se produce un isomorfismo recíproco, ya que un entorno de nivel alto tiende a elevar el nivel de la persona, del mismo modo que un entorno de bajo nivel puede rebajarla. Si nos dirigimos al ensayo de Luis Racionero, Textos de estética taoísta: "En esta teoría estructuralista del isomorfismo en la percepción está el fundamento de la estética por venir. La nueva estética que reemplazará al actual desbarajuste evaluativo del arte moderno será una estética que propondrá como función del arte elevar a la persona a estados emocionales y niveles de percepción superiores, tal como hacen el yoga y las sustancias psicodélicas. Todo el contenido de la "denuncia" y el "mensaje" en el arte se dejará para otro lugar y al arte se le pedirá lo más difícil: que hable a la intuición, que abra las puertas de la percepción, que haga consciente el subconsciente". Oh, Señor, concede a cada cual su propia muerte. El morir que de aquella vida surge, en la que tuvo amor, sentido y necesidad. Pues sólo somos la cáscara y la hoja. La gran muerte que cada uno lleva consigo: ese es el fruto en torno al que gira todo. Por él muchachas se levantan y surgen como un árbol de un laúd, por él anhelan los muchachos convertirse en hombres; y las mujeres son las confidentes de los púberes, para esos miedos que no sabe quitar nadie más. Por él perdura lo mirado como algo eterno, aun cuando sucediera hace tiempo; y todo aquel que modelaba y construía, se volvió mundo a causa de ese fruto, y se congeló y se desheló y se ciñó a él y lo iluminó. Él se ha llevado todo el calor de cada corazón y el pálido ardor de los cerebros... Mas pasaron tus ángeles cual bandadas de pájaros y encontraron todos los frutos verdes e inmaduros. Rainer Maria Rilke Para los artistas que nos dedicamos a una actividad que implica un acto creador, la inspiración es necesaria si la obra que el artista está gestando es realmente un acto creativo sincero, de principio a fin, y cuando hablo de obra, no me refiero a esos trabajos artesanales, que aunque pueden tener una fase de diseño inicial, uno los hace en grandes cantidades, como churros, sin altibajos y, podemos decir que, sin necesidad de inspiración.
En mi caso, la inspiración y las ideas de las que surgen mis creaciones artísticas son origen de un estado de consciencia casi místico que me ayuda a captar el movimiento interno de las cosas, el ritmo del universo. No puedo crear una obra que sea realmente sincera si estoy desconectada de mi realidad interior. La fragilidad de este estado mental es tan elevada que he vivido etapas en las que he estado muy inspirada, mientras he sufrido dias, meses, años,... incluso, en los que creía que todo se había acabado, que no podría volver a crear nada más,... como si mi musa, se hubiera esfumado... por suerte, todo volvió a la normalidad. Para comprender mejor este delicado proceso, que siempre me ha fascinado, me gustaría compartir con vosotros la metáfora de la maravillosa escritora Virginia Woolf en “Una habitación propia” que expresa de forma increíble un momento de inspiración: "Me hallaba yo, pues (...), sentada a orillas de un río, hará cosa de una o dos semanas, un bello día de octubre, perdida en mis pensamientos. Este collar que me habíais atado, las mujeres y la novela, la necesidad de llegar a una conclusión sobre una cuestión que levanta toda clase de prejuicios y pasiones, me hacía bajar la cabeza. A derecha e izquierda, unos arbustos de no sé qué, dorados y carmesíes, ardían con el color, hasta parecían despedir el calor del fuego. En la otra orilla, los sauces sollozaban en una lamentación perpetua, el cabello desparramado sobre los hombros. El río reflejaba lo que le placía de cielo, puente y arbusto ardiente y cuando el estudiante en su bote de remos hubo cruzado los reflejos, volviéronse a cerrar tras él, completamente, como si nunca hubiera existido. Uno hubiera podido permanecer allí sentado horas y horas, perdido en sus pensamientos. El pensamiento -para darle un nombre más noble del que merecía- había hundido su caña en el río. Oscilaba, minuto tras minuto, de aquí para allá, entre los reflejos y las hierbas, subiendo y bajando con el agua, hasta -ya conocéis el pequeño tirón- la súbita conglomeración de una idea en la punta de la caña; y luego el prudente tirar de ella y el tenderla cuidadosamente en la hierba. Pero, tendido en la hierba, qué pequeño, qué insignificante parecía este pensamiento mío; la clase de pez que un buen pescador vuelve a meter en el agua para que engorde y algun día valga la pena cocinarlo y comerlo.(...) Pero, por pequeño que fuera, no dejaba de tener la misteriosa propiedad característica de su especie: devuelto a la mente, en seguida se volvió muy emocionante e importante; y al brincar y caer, y chispear de un lado a otro, levantaba tales remolinos y tal tumulto de ideas que era imposible permanecer sentado. (...)" Dale vida a los sueños que alimentan el alma, no los confundas nunca con realidades vanas. Y aunque tu mente sienta necesidad, humana, de conseguir las metas y de escalar montañas, nunca rompas tus sueños, porque matas el alma. Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco. No los dejes que mueran de hastío, poco a poco. No les rompas las alas, que son de fantasía, y déjalos que vuelen contigo en compañía. Dale vida a tus sueños y, con ellos volando, tocarás las estrellas y el viento, susurrando, te contará secretos que para ti ha guardado y sentirás el cuerpo con caricias, bañado, del alma que despierta para estar a tu lado. Dale vida a los sueños que tienes escondidos, descubrirás que puedes vivir estos momentos con los ojos abiertos y los miedos dormidos, con los ojos cerrados y los sueños despiertos. Mario Benedetti
Cuando la travesía emprendas hacia Ítaca, pide que sea largo tu camino, lleno de aventuras, pleno de saberes. A los lestrigones y los cíclopes, al enojado Poseidón no temas, nunca se cruzarán en tu camino, si es alto tu pensar, si una emoción delicada en tu espíritu y tu cuerpo anida. Ni a los lestrigones ni a los cíclopes ni al fiero Poseidón encontrarás, si no los llevas tú dentro del alma, si tu alma no los levanta a tu paso. Pide que sea largo tu camino, y muchas las mañanas de verano en que -con qué placer, con qué alegría- entres en puertos nunca vistos; detente en los emporios fenicios, y hazte con sus preciadas mercancías, nácares y corales, ámbar y ébano, y aromas sensuales de todas clases, cuantos más aromas sensuales puedas; a muchas ciudades egipcias ve, a aprender y aprender de quienes saben. Ten siempre a Ítaca en la mente. Llegar allí es tu destino. Pero sin prisa alguna en el viaje. Más vale que se alargue muchos años; y ya en la vejez recales en la isla. con toda la riqueza ganada en el camino, sin esperar que te enriquezca Ítaca. Ítaca te brindó el esplendido viaje. Sin ella no te habrías puesto en camino, No puede ofrecerte nada más. Y si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó. Con la sabiduría que has alcanzado, con tu experiencia, ya habrás comprendido qué significan las Ítacas. C. P. Cavafis En las sendas pensamos cosas puras, uno al lado del otro, fugitivos, cogidos de la mano, y pensativos en medio de las flores más oscuras. Íbamos solos, como enamorados, entre la verde noche del sendero, compartiendo el fugaz fruto hechicero del astro que aman los enajenados. Después, muy lejos, en la sombra densa de aquel íntimo bosque rumoroso morimos -¡solos!- sobre el césped blando. Y arriba, en medio de luz inmensa, ¡oh, amigo del silencio más hermoso, nos encontramos otra vez, llorando! Paul Valéry Cuando empiezo una obra nunca sé cómo quedará terminada. Realizo bocetos donde plasmo mis ideas, dibujo formas e interacciones que me conmueven. Algunos lienzos los realizo rápidamente, otros los tengo que abandonar. Depende de mi estado de ánimo, del ambiente, de lo que me ocurre a mi, de lo que ocurre en el mundo... La inspiración y las ideas de las que surgen mis creaciones artísticas son origen de un estado de consciencia casi místico que me ayuda a captar el movimiento interno de las cosas, el ritmo del universo. No puedo crear una obra que sea realmente sincera si estoy desconectada de mi realidad interior. Trato de responder a mis preguntas sobre la creación, la existencia del alma, la duración de la vida, la dimensión del tiempo, el espacio,... ¿tienen estos dimensión? ¿existen en el universo el tiempo y el espacio? Sé que no hay que buscar una explicación a todas las cosas ¿podría ser que deban permanecer ocultas en el infinito? ¿y si resulta que lo inexplicable debería continuar siéndolo? Me doy cuenta que al mirar quiero ver más allá de lo que conocemos. Victoria Sans "Sólo en los primeros años de la juventud identificamos el azar con el destino. Más adelante sabe uno que el verdadero rumbo de la vida está fijado desde dentro; por intrincado y absurdo que nos parezca nuestro camino y por más que se aleje de nuestros deseos, en definitiva siempre nos lleva a nuestra invisible meta." Stefan Zweig Hoy quería dedicar un post a un diseño que se ha vuelto a poner de moda, pero que en realidad tiene un centenar de años, se trata de las sillas del fabricante Thonet. La marca ha reeditado algunos de sus más icónicos modelos y pese a ser un diseño tan antiguo está teniendo una increible aceptación entre la gente joven.
Los diseños Thonet me gustan, aunque me transmiten una sensación melancólica, me transportan a mi infancia cuando pasaba los veranos en el pueblo de mi familia. Allí las viví y las usé. De hecho, todavía conservamos seis sillas Thonet en la casa familiar tanto por su diseño como sus bellos recuerdos. Thonet fué un gran innovador, quería fabricar una silla que se pudiera transportar fácilmente y en grandes cantidades y para ello ideó un mecanismo que permitía el doblado de la madera al vapor y un sistema de atornillamiento que facilitaba apilar gran cantidad de sillas desmontadas, facilitando de esta forma el transporte en grandes cantidades. Una vez las sillas llegaban a su destino era increíblemente fácil su montaje gracias a su sistema de atornillamiento. Trasladándonos a nuestra época, podríamos decir que Thonet diseñó el primer mueble Ikea. Thonet se convirtió en unos de los pioneros en el diseño industrial de muebles. Una de sus sillas más vendidas es la nº 14 denominada silla de café o, también, la silla de las sillas, de la que Le Corbusier dijo: "Nunca ha sido creado algo más elegante y mejor concebido, más preciso en su ejecución y más excelentemente funcional". "Era como si, a medida que él se iba alejando, la palpitación de aquel pulso los englobara a ambos, proporcionándole a cada uno de ellos ese alivio de dos notas diferentes, una alta y otra baja, pero que tocadas al unísono parecen complementarse entre sí" Virginia Woolf El dominio de la luz en una obra artística es una tarea tan difícil que muy pocos son los privilegiados que lo han podido conseguir. Antiguamente, lo consiguieron Rembrandt y Velázquez en sus pinturas y, en la actualidad, lo han conseguido Tadao Ando y Alberto Campo Baeza en su arquitectura.
El control absoluto de la luz es tarea de magos, y esto lo saben muy bien el japonés Tadao Ando y el arquitecto español que en sus obras consiguen atrapar, expandir, condensar,... la luz. Dominarla a su antojo y crear espacios de gran sensibilidad en los que el juego de luces y sombras nos hacen vivir momentos infinitos. Este juego de luces y sombras aporta un toque de misticismo a sus obras y nos acerca al estilo de vida y al pensamiento oriental. Podemos observarlo en El elogio de la sombra del escritor japonés Junichirö Tanizaki cuando nos describe las terribles sensaciones que a él le producen los espacios excesivamente iluminados: "Por lo visto, en los últimos tiempos la luz eléctrica nos ha entumecido los sentidos y nos ha convertido, curiosamente, en personas insensibles a las inconveniencias que se derivan del exceso de iluminación. [...] Me duele un poco tener que poner ejemplos, pero, ¿no se solidarizan con mis tesis quienes hayan visitado una noche de verano el hall de entrada del Hotel Miyako en Kioto? [...] Lo que encuentra son techos blancos tachonados de grandes pantallas de fino vidrio lechoso tras las cuales potentes luces arden con furor [...] Además, donde una sola de esas ígneas bolas bastaría para iluminar el lugar han colocado tres o cuatro en el techo e innumerables otras, más pequeñas, en paredes y pilares, que no sirven más que para borrar las sombras que se forman en los rincones. De esta forma, en los interiores no queda nada que pueda recibir el nombre de sombra. Si uno recorre el lugar con la mirada, lo que ve son unas paredes blancas, unas gruesas columnas rojas y unos suelos en los que los colores más chillones se combinan en mosaico, todo lo cual se clava en la vista como una litografía recién impresa [...] Pero no ha sido más que un simple ejemplo, el problema no afecta solo a este hotel. El Hotel Imperial de Tokio lo ha evitado mediante una iluminación indirecta, pero incluso ahí se agradecería un ambiente más oscuro para el verano. Hoy en día, la iluminación de interiores ya no responde a la necesidad de luz para la lectura, la escritura o las labores. Ha pasado a servir simplemente para borrar las sombras de los rincones, y esto es incompatible con las ideas que teníamos sobre la belleza y la vivienda,..." Si reflexionamos sobre este texto nos daremos cuenta que borrar las sombras nos aleja de la belleza. Hay que hacer magia con las sombras ¡Ahí está la clave del misterio! El alma tenías tan clara y abierta, que yo nunca pude entrarme en tu alma. Busqué los atajos angostos, los pasos altos y difíciles... A tu alma se iba por caminos anchos. Preparé alta escala -soñaba altos muros guardándote el alma- pero el alma tuya estaba sin guarda de tapial ni cerca. Te busqué la puerta estrecha del alma, pero no tenía de franca que era, entradas tu alma. ¿En dónde empezaba? ¿Acababa, en dónde? Me quedé por siempre sentado en las vagas lindes de tu alma. Pedro Salinas Hoy quiero hablaros de uno de los edificios que más me gustan, se trata de unas Termas situadas en la localidad de Vals, en Suiza, y que fueron diseñadas por el arquitecto Peter Zumthor, o como a mi me gusta llamarlo, el poeta del espacio.
Zumthor es un arquitecto sencillo y no presuntuoso. Un arquitecto que ama la arquitectura y que realiza muy pocos proyectos, ya que cada proyecto lo trata de forma artesanal. Como nos explica en sus libros, lo más importante para él es captar la atmósfera de un espacio, su principal deseo es que cuando estemos en un edificio diseñado por él nos encontremos bien allí. ¿Cuántas veces hemos estados incómodos en edificios que, aparentemente parecen muy bien diseñados, pero que no funcionan? Estan realizados por un artista de renombre, pero no transmiten sinceridad, sus formas no nos dicen nada, son como una poesía hecha de palabras vacías, como dice Murakami: no hay significado, todo son símbolos. Para explicarme mejor, me gustaría trasladaros un texto de Haruki Murakami de su novela Kafka en la orilla, que al leerlo no pude dejar de relacionar con la arquitectura de Zumthor: "- ¿Te ha gustado la canción? - Mucho. - A mi también. Es preciosa y, a la vez, original. Sencillla, pero profunda. Dice mucho de la persona que la ha compuesto. - Claro que la letra es muy simbólica [...] - La poesía y el simbolismo siempre han estado indivisiblemente unidos [...] - ¿Crees que la señora Saeki comprendía el significado de los versos? [...] - No necesariamente. El simbolismo y el significado son dos cosas distintas. Es posible que ella lograra encontrar las palabras precisas sin usar procedimientos redundantes como el significado y la lógica. Debió de capturar las palabras de los sueños, como si agarrara suavemente por las alas una mariposa que volara por el espacio. Los artistas son capaces de evitar la redundancia. - O sea, que crees que la señora Saeki encontró las palabras en una dimensión distinta, un sueño, por ejemplo. - En los grandes poemas siempre sucede más o menos de esa forma. Si las palabras que contiene el poema no logran encontrar un túnel profético que las conecte con el lector, el poema no cumple su función como tal. - Pero hay muchos poemas que se limitan a fingirlo [...] - Exacto. Fingirlo es fácil. Basta con aprenderse un truco. Se utilizan palabras que parecen simbólicas y ya se tiene algo que se parece a un poema. - Pero [...] puedo percibir algo sincero. - Soy de la misma opinión. Las palabras de ese poema no son palabras vacías. Claro que ya no puedo calibrar con exactitud el poder de persuasión que poseen las palabras del poema por sí solas. Porque, dentro de mi cabeza, la letra y la melodía ya se han fundido en una sola cosa." Creo que este texto encaja a la perfección con la arquitectura de Zumthor: preciosa, original, sencilla, profunda,... ¿de dónde debe capturar Zumthor sus ideas? ¿por qué su arquitectura transmite tanta sinceridad? probablemente su inspiración venga del mismo lugar donde los grandes poetas extraen las palabras, porque si observáis las Termas de Zumthor veréis como los materiales y las formas se han fundido de la forma más precisa, como en la más bella poesía. Me gustaría contaros mi experiencia con un diseñador al que admiro y del que hace poco leí su nuevo libro Miguel Milá, Lo esencial, editado en noviembre de 2019 por Lumen. En este libro Milá nos habla de si mismo, de su obra, sus principios, sus ideas, su vida personal, su familia,... se trataría de un "Milá por Milá". Un libro 100% recomendable.
Mi experiencia con un diseño Milá ocurrió hace muchos años, estando de vacaciones en el pirineo catalán. Recuerdo que alquilamos una casa que no era especialmente lujosa y que estaba decorada en estilo rústico. La típica casa de montaña, sencilla y con unas vistas impresionantes. Pero no fueron las bonitas vistas a la ladera lo que más captó mi atención, ni el maravilloso suelo de arcilla, ni las paredes de piedra, ni el entremado de vigas de madera del techo. Lo que realmente captó mi atención, y que todavía recuerdo exactamente, fué una chimenea de hierro forjado en una de las esquinas del salón. Tenía una base triangular y una tapa perforada, El efecto era tan sublime que todo quedó como suspendido en el tiempo. Se trataba de la chimenea A-14 de Miguel Milá. Ha pasado mucho tiempo desde aquel día pero todavía recuerdo exactamente aquella sala de estar con su cálida chimenea, sus paredes de piedra, su suelo de gres, el techo de madera,... e intentando conprender, ¿por qué hay determinados espacios que amamos? que nos producen un sensación tan agradable que nos encantaría vivir eternamente allí. Milá, en su libro, nos da la respuesta: porque funcionan tan perfectamente que no se pueden hacer mejor, y yo digo, como sus diseños: tan perfectos y atemporales que no se pueden hacer mejor. Hoy me gustaría hablaros de Miquel Torner de Semir. Increíble artista, al que le encanta retratar figuras femeninas. En sus cuadros observamos cómo percibe a la mujer, y podemos coincidir, o no, con lo que nos quiere transmitir, pero la transmisión de su percepción ocurre y esto es lo verdaderamente importante.
Si consideramos que el arte debe transmitir el subconsciente, en Torner de Semir se hace especialmente patente esta transmisión. No me cansaría nunca de mirar a sus mujeres e ir imaginando historias sobre qué deben estar pensado, qué estaban haciendo en el momento antes de ser pintadas, qué van a hacer cuando finalice ese momento, dónde están, quiénes son, dónde van,... Para mi, sus cuadros son verdaderas obras de arte. Os dejo aquí una de sus pinturas por si no conocéis este fascinante pintor. "En un mundo donde todo es torbellino de fuerzas, danza de átomos, donde todo está arriba y abajo a la vez, en la periferia y en el centro, me costaba imaginar la existencia de un globo inmóvil, de un punto fijo que al mismo tiempo no fuera moviente" Marguerite Yourcenar Abro este post para comentaros una pintura que captó mi atención desde el principio, y que consigue que cada vez que vuelvo a ella me transmita algo más. Es como si la imagen sufriera pequeños cambios que despiertan otra vez el interés en mi. Se trata de "La mesa roja" de Henri Matisse, o "Armonía en rojo" como él prefería llamarla. Mi intención con este post no es adentrarme en quién fué Matisse. Encontrareis infinidad de información sobre él. Simplemente me gustaría comentar con vosotros algunos aspectos técnicos de esta fascinante pintura: Las formas están modeladas sin luz ni sombra, por lo que no transmite sensación de solidez, sino de algo etéreo y espacial, y aunque sigue las reglas de la perspectiva consigue crear el efecto de que el mantel y el papel de la pared están en un mismo plano. Además, ofrece un aspecto espontáneo e infantil, tanto en las formas como en la selección del esquema cromático. Parece una pintura que se ha realizado rápidamente. Otro aspecto interesante, es la simplificación de las formas a su interés, modificando el contorno de los árboles y de la figura humana para armonizar con los dibujos del mantel y de la pared. También es destacable el esquema cromático. Es salvaje, típico de la estética fauve, con la utilización de colores primarios y simples. Si comparamos "La mesa roja" de 1908 con otra pintura suya de la misma temática pero realizada once años antes, "La mesa servida", de 1897 podreis observar la increible evolución de Matisse. De una influencia impresionista hacia una estética fauvista. Si no la conocéis, os invito a que hagáis la búsqueda. ¡Os sorprenderá! Adoro el diseño de mobiliario. Me encanta observar cada mueble hasta el más mínimo detalle. Ver cómo está fabricado, cómo están hechas las uniones, el tacto de los materiales,... y hoy quería hablaros de una silla muy especial, la BKF.
La BKF, también llamada Butterfly, es quizás el diseño argentino más conocido en el mundo. Su creador, Jorge Ferrari Hardoy, la diseñó en 1937 y fueron sus compañeros Antonio Bonet y Juan Kurchan quienes le animaron a exponerla en el Salón de Artistas y Decoradores de Buenos Aires en 1940. El éxito fue tal, que 80 años después sigue siendo un clásico del diseño moderno y cada vez se utiliza más en decoración de interiores. Debido a los impedimentos para registrarla, es un diseño libre de derechos que ha sido, y está siendo, fabricada por multitud de empresas, lo que ha ocasionado que haya miles de BKF distintas. Cómo curiosidad, si os apetece ver el diseño de la primera BKF, deciros que sólo se fabricaron 3 unidades del diseño original. Una está en la exposición permanente del MOMA en Nueva york, otra en Pensilvania, en la casa de la Cascada de Frank Lloyd Wright y de la tercera se desconoce la ubicación. Hoy en día, encontraréís diseños Butterfly muy económicos pero de calidad cuestionable (piel sintética, estructura endeble, juntas defectuosas,..) pero también encontraréis empresas que la fabrican con materiales de alta calidad. Si queréis una BKF que sea como el diseño original la encontraréis en Isist Leather, y si deseais una BKF que además de calidad incluso mejore el diseño original, visitad la empresa sueca Cuero Design, que para hacerla más confortable, sus diseños son incluso un 30% mayores que el original. En definitiva, una silla icono del diseño, una obra de arte, una silla-escultura. En este momento estoy leyendo El misterio de la creación artística de Stefan Zweig. Un libro delicioso, interesante, elegante,... era de esperar, ya que todo lo que he leido de este maravilloso escritor me parece excepcional. Es un libro que se debe leer despacio, ya que no es una novela, se trata de un ensayo en el que Zweig se pregunta sobre el acto creativo de todo artista. Sobre esos momentos de inspiración en los que el artista se haya en su mundo imaginario.
Zweig comienza su libro explicándonos que la creación artística solo puede durar eternamente cuando se produce en la esfera del arte: "De todos los misterios del universo, ninguno más profundo que el de la creación. Nuestro espíritu humano es capaz de comprender cualquier desarrollo o transformación de la materia. Pero cada vez que surge algo que antes no había existido -cuando nace un niño o, de la noche a la mañana, germina una plantita entre grumos de tierra- nos vence la sensación de que ha acontecido algo sobrenatural, de que ha estado obrando una fuerza sobrehumana, divina. Y nuestro respeto llega a su máximo, casi diría, se torna religioso, cuando aquello que aparece de repente no es cosa perecedera. Cuando no se desvanece como una flor, ni fallece como el hombre, sino que tiene fuerza para sobrevivir a nuestra propia época y a todos los tiempos por venir -la fuerza de durar eternamente, como el cielo, la tierra y el mar, el sol, la luna y las estrellas, que no son creaciones del hombre, sino de Dios. A veces nos es dado asistir a ese milagro, y nos es dado en una esfera sola: en la del arte. Les consta a todos que año tras año se escriben y publican diez mil, veinte mil, cincuenta mil libros, se pintan cientos de miles de cuadros y se componen cientos de miles de compases de música. Pero esa producción inmensa de libros, cuadros y música no nos impresiona mayormente. Nos resulta tan natural que los autores escriban libros, como que luego los encuadernen y los libreros, por último, los vendan. Es éste un proceso de producción regular como el hornear pan, el hacer zapatos y el tejer medias. El milagro sólo comienza para nosostros cuando un libro único entre esos diez mil, veinte mil, cincuenta mil, cien mil, cuando uno solo de esos cuadros incontables sobrevive, gracias a su entelequia, a nuestro tiempo y a muchos tiempos más. En este caso, y sólo en éste, nos apercibimos, llenos de veneración profunda, de que el milagro de la creación vuelve a cumplirse aún en nuestro mundo." Después se pregunta Zweig sobre por qué el artista no nos describe su modo de crear, sobre qué sucedió en el interior del artista esas horas de creación, qué misterio encierra ese momento, dónde se encuentra el artista: "...toda creación verdadera sólo acontece mientras el artista se halla cierto grado fuera de sí mismo, cuando se olvida de sí mismo..." "Está en su obra. Mientras crea, no está en su mundo, en nuestro mundo, sino en el mundo de su obra, y por eso mismo es incapaz de observarse a sí mismo." "...el artista no tiene tiempo ni lugar de observarse a sí mismo mientras se halla en el estado apasionado de la creación. El artista no es capaz de observar su propia mentalidad mientras trabaja..." "Y ese estado de la concentración absoluta, no es un elemento secundario de la creación, sino que constituye el elemento ineludible, la verdadera médula de nuestro secreto. El artista sólo puede crear su mundo imaginario olvidándose del mundo real." "A causa de ese ensimismamiento absoluto, resulta luego incapaz de describir el proceso de la creación artística. En efecto, él no sabe de qué modo ha procedido, incluso hay veces que ni siquiera sabe lo que ha producido." Para posteriormente, preguntarse sobre la fórmula de la creación artística, es decir el origen de la obra artística: "La fórmula verdadera de la creación artística no es, pues, inspiración o trabajo, sino inspiración más trabajo, exaltación más paciencia, deleite creador más tormento creador. Cada artista posee la idea presente como un sueño, ¿y quién pudiera decir de dónde proceden las ideas? ¿Quién podría decir de qué profundidades de la naturaleza humana o de qué altura del cielo proceden esos rayos divinos que de repente resplandecen en el artista? Pero sólo resplandecen por instantes con ese brillo maravilloso. Luego se apagan y entonces comienza para el artista la tarea de reproducir esa visión interior, única. Procura entonces hacer visible a la humanidad para todos los tiempos lo que él mismo vislumbró en ese instante de iluminación. El pintor tratará de fijar en la materia basta de la tela el cuadro que ha visto con los ojos del espíritu. El músico tratará de retener con el número limitado de los instrumentos terrenales la sucesión de sonidos que le sonaba como en sueños. Siempre es el mismo proceso. un sueño se convierte en fenómeno duradero, una idea toma forma, lo inconsciente de un solo hombre genial llega a la conciencia de la humanidad entera." Y termina, de forma similar a como empezó, con una maravillosa exaltación sobre la eternidad del arte: "...cuando seguimos, aunque sea a un solo artista, humildemente, a través de todas las etapas de sus obras, ese esfuerzo nos enseña más, con respecto al carácter de su arte, que cien libros y mil conferencias... Cuanto más nos esforzamos por profundizar en los misterios del arte y del espíritu, tanto más los admiramos por su inconmesurabilidad. No tengo yo noticias de deleite y satisfacción más grandes que reconocer que también le es dado al hombre crear valores imperecederos, y que eternamente quedamos unidos al Eterno mediante nuestro esfuerzo supremo en la tierra: mediante el arte" En definitiva, un ensayo sobre los misterios de la creación artística que analiza las fases del proceso creativo, y nos ofrece respuestas a las cuestiones relativas al acto de creación de una obra artística. |
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Septiembre 2024
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